miércoles, 21 de octubre de 2009

Best Friends Forever: Amistad atemporal


Cuando abre el tema "24" el álbum "Romance Conflict Adventure" de Best Friends Forever (o, siguiendo la tendencia; BFF); uno se pregunta cuán lejana puede llegar a ser la mirada retrospectiva de esta cajita engañosa llamada pop. Y, casi esbozando una sonrisa, se deja uno engatuzar por las dinámicas, disparatadas, mutantes, y geniales melodías de este trío. Y ya cuando aterrizamos en "Handpocket", estamos absolutamente encantados con su canto geminiano, femenino, juguetón, de siquiátrico en navidad.
Best Friends Forever es un trío que realmente hace gala de la idea de que "menos es más": un claro órgano transversal en la mayoría de las canciones; un bajo pulsante, casi arrítmico a veces, pero siempre desafiante; y una batería que no sufre de pánico escénico al quedar muchas veces en primer plano, apoyando de manera desnuda a ese par de voces que casi, casi construyen un declamatorio melódico; en el borde del abismo del rapeo y de la canción que necesita todas las palabras del mundo para decir lo que desea, que se desborda de planteamientos hilados en una melodía que la alberga tan rápido como la arroja a otra línea tonal.
BFF es exagerado, dramático, patético, cambiante, es un rompecabezas con muchas piezas multicolores y fosforescentes. Con claros guiños a música pasada sin ninguna vergüenza de mostrar esos tesoros, como en "Ghost Song", con su rapeo ochentero que te hace ver si realmente es el mismo álbum aún.
Es menester decir que el disco entero no es una joya completamente pulida, y hay unos pequeños tumbos, grietas y demases. No es redondo, pero cuando escuchas canciones como "Eisenhower is the Father", o la cuasi épica "HWF" con su temible coro, que pareciera generar una fobia a la rutina ("good morning, good afterNOON, GOOD NIGHT!!!!, good morniiiiiiiiiiiiiiiiiiiing again...) se es capaz de perdonar esos baches. Dan ganas de hacerse amigos para siempre de este trío.