miércoles, 17 de octubre de 2007

Javiera y Los Imposibles y su Triniton a Color




Sí. Se le puede criticar tanto a esta banda. Pero siempre tiendo a pensar que son un gran referente del pop que puede hacerse en Chile.
Este "A Color" comienza muy bien. Con "Soy tu Agua", esa canción rápida, reflectante, con sus frases entre Budistas y Reversivas ("Sed, yo te beberé") impone, claramente, la buena nueva en la que estaba esta agrupación. "Fiesta" suena aún más convocadora, con su estética Disco, sus correctos colchones de cuerdas y sus oraciones limpias y llenas de metáforas ("Te aúllan mis dedos", "Fiesta de almas", etc.). De este punto en adelante, dos serán las influencias principales en las composiciones de Javiera y compañía; Blur y Babasónicos (curiosamente ambos con B). De los primeros está esa desfachatez entre pop y rock-Brit, sin la incursionadora guitarra de Coxon, pero con la guitarra de López que también es cueca. De los segundos hay esa parsimonia en las baladas (como en "Ayuda", con esas clásicas frases a la postre de Babasónicos: "Ayuuda profesional..."); o para qué hablar de sus instrumentales, como "El Elefante", que son casi calcadas de la banda trasandina.
Y ya que estamos en esos rumbos, a Javiera aún no se le pasa el llamado "efecto Henríquez", i.e., esa búsqueda de frases contradictorias del tipo "cuando quiero agua ya no tengo sed", o cualquier retruécano de esa estirpe. Pero en esta banda, ya suena más a cliché que a una búsqueda efectiva -que, por cierto, hace rato que está muy gastada.
Lo bueno: ese pop bien estudiado de sus referentes, esas ganas de no sonar chilenos. Aunque pequen en el gran abismo en el que caen mucha bandas que van a por algo: que tienen esa mala ocurrencia de no resolver nada, ninguna melodía, ningún grupo de acordes, como si supieran de antemano que la audiencia se aburrirá.
De que hay temas que sobran, los hay ("La Luz", "Tal vez, quizás", etc.). Pero hay unos imprescindibles, como "Euforia", que logra resumir lo mejor de su influencia Bluriana, pero bien escueta y con gusto. O la bonita balada que le sigue "Perdón de Dios", que logra llevar la melodía a cotos hermosos, y en la que Javiera sabe guardar sus tonos altos. O "Cuerda para Atarte", con sus guiños electrónicos.
Caso aparte es "Bossa", un estilo que seguirá a Javiera en el próximo álbum "El Poder del Mar". Lo raro es que esta bossa nova es casi una plataforma para deformarla y ver que pasará con ella. El experimento podría ser peor, de cualquier forma.
De todas maneras, es un álbum con garra. Que no logra darle buen escape al anterior "La Suerte", que puede ser el mejor álbum de estos chicos. Al menos su mejor canción "Proverbios" se encuentra ahí. Aunque el resultado es colorido, colorinche, colorado.

jueves, 11 de octubre de 2007

Schroeder y Ludwig Von Beethoven



Esta linda, linda pandilla nacida de la inspiración de Schultz poseía extravagantes (por decir lo menos) personajes.
Y es Schroeder, ese niño rubio, el encargado de brindar y traer a colación la parte más bonita y altruista de lo que acá conocimos como "Charlie Brown" o "Snoopy": (notas al margen: el título original de la tira cómica y dibujo animado era "Peanuts" (Maníes) y Snoopy, es fizgonear o fizgón) La música clásica, así como en Tom y Jerry, por decir algo, era brindada por este neurótico personaje siempre ensayando sus eternas sonatas o conciertos de Beethoven.
Gracias a ello, muchas personas que cuando niños vieron este programa, terminaron amando la música de este salvaje Romántico decimonónico.
¿Qué más agregar? la mezcla es de tanta elegancia y tan buen gusto, tan inspiradora. Este pequeño niño, guardando en un closet una gran cantidad de pequeños pianos y bustos del compositor.
Como agregado final, dos cosas: Muchas veces Charlie Brown quedaba extrañado de cómo podía sonar tan bien un piano de juguete con las teclas pintadas ("Hay que saber manejar los tiempos" fue la magnánima respuesta de Schroeder, quien escuchaba la Novena Sinfonía con un sobretodo, porque ciertas partes le daban escalofríos); y les dejo un pequeño obsequio: la primera parte de "Play it again, Charlie Brown" -son 3- donde Schroeder deleita con sonatas de Beethoven.
Grande entre los grandes, Schroeder.

jueves, 4 de octubre de 2007

The Most Serene Republic, sacando algo del pantano de la mediocridad


Me gustaría mucho decir que durante este tiempo he encontrado música grandiosa, relativamente nueva, y de grandes probabilidades de optar a un puesto entre aquellas formidables músicas que nos acompañan.
Sin embargo, con un dejo de apatía he de ser honesto y decir que casi todas las bandas y solistas que me he dado el tiempo de poner atención auditiva son, más que menos, basura. Le intenté dar un giro liviano para que no suene como lo que es, pero es así la cosa.
Toda la esperanza recogida, acumulada durante el 2006, se ha disipado al escuchar más bandas de ahora. Todas saben insípidas y repetitivas de motivos que el año pasado al menos, sonaban frescos y altamente altruistas, musicalmente hablando claro.
De toda esta villanía musical, rapiña de otras eras, al menos en algo se salva esta bandita con su "Population" (2007): Tienen tintes a the Fiery Furnaces, a ciertas bandas frescas como Mercury Rev (cuando eran frescos), hasta a L'Altra por los juegos vocales.
La fusión es agradable: vientos, rápidas melodías pop, matices de folk, y un laaargo pastiche maneja el timón de esta agrupación.
No es la invención de la rueda, pero está interesante. De todas maneras, una bruma espesa se cierne sobre las posibilidades de la música de estos tiempos. Es mejor escuchar algo como Canto Antiguo Español del Siglo XV. Más algo de R.E.M.