martes, 2 de enero de 2007

Indietrónica: Lali Puna, The Postal Service





Situación ficticia: Un día niñito indie le ofrece una flor a niñita electrónica que se la recibe gustosa como diciendo "Ya era tiempo que me miraras"; niñito y niñita van al parque de juegos, comen un helado, miran los atardeceres que los verán envejecer.
En estos tiempos donde todo se recicla, se junta, se deglute y se mezcla, en esta confusión híbrida y moderna, es donde se dan la mano la electrónica y el indie. Y el resultado no es tan horripilante como se pudiera pensar.
Lali Puna, esa bandita alemana que es como el rescate de la ya fundida electrónica, es un paso adelante en cómo la tecnología se vuelve regalona y tierna al lado de un buen proyecto musical que la sepa guíar. "Tricoder", ese excepcional álbum de 1999 que parece hecho sin tiempo (o, al menos sin llegar a que importe) fue su debut-debut ("Snooze" y "Safe Side" fueron sus predecesores). De ahí en adelante "Scary World Theory", "Faking the Books" y el compilado "I Thought I was Over That" reafirman todo el esquema de adornos electrónicos y voces pop que arman el sendero de Lali Puna; pueden llegar a ser exasperantemente minimalistas, es cierto, pero dejan ese gustillo a que hay algo más que una simple repetición infinita de sonidos.
Por otra parte, The Postal Service es la cara más (re)conocida y más ligera de esta escena. Llamado así por la forma que tenían de comunicarse sus ideas musicales, este dúo se avoca a crear melodías potencialmente sugerentes intoxicadas de efectos electrónicos sonoros. Las bases tienden a disperzarse, perderse, juntarse y desarmarse otra vez creando momentos preciosos. Algo más que probado en "Such Great Heights" que, a estas alturas, ya es casi un himno alternativo -dato al margen: poseen una canción titulada "El Himno Natural".
Con sólo su álbum debut "Give Up" (2003), aunque varios ep's y singles a cuestas, ya han azotado a varias generaciones con su propuesta singular (por ahora).
A la hora de decantar por uno de los dos, mi balanza cae en Lali Puna, no por una razón de elitismo sino por una fijación de búsqueda: hay en Lali Puna mucho de viajero, de marinero intranquilo en la playa; siento en The Postal Service más complacencia, más ganas de quedarse en el cómodo lecho del pop. No reniego que en la creación de una buena melodía hay mucho sudor e inspiración. Sin embargo, me gusta viajar.

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